Definició

La escuela diferenciada enriquece el abanico de posibilidades educativas de los ciudadanos, posibilitando el derecho de los padres en su elección escolar.

El sexo es uno de los factores que inciden de manera notable en la predicción del riesgo de fracaso escolar, en las dificultades de aprendizaje, en la motivación para realizar las tareas escolares y en las elecciones formativas durante la etapa postobligatoria. Esto hace necesaria la consideración y valoración de las propuestas educativas en clave de género.

En España, la escuela diferenciada se presenta como una opción organizativa integrada en el modelo escolar llamado de ‘educación personalizada’. Esta propuesta pedagógica, iniciada por Víctor García Hoz, cuenta en la actualidad con un centenar de escuelas, mayoritariamente diferenciadas por sexos. La separación escolar de los sexos de estas escuelas adquiere especial sentido dentro del marco de la educación personalizada, la cual considera al alumno como el centro de la tarea educativa en su dimensión de persona; ello implica una especial consideración de las prácticas educativas orientadas a educar y fomentar la libertad del alumno, a potenciar su creatividad como manifestación de su diferencia, y a la comunicación personal entre todos los miembros de la comunidad escolar.

El hecho de separar los sexos facilita los aspectos descritos puesto que elimina el principal elemento de presión social que se da en las aulas; la no-presencia del otro sexo contribuye –entre otros aspectos- a que:

- La comparación social entre los sexos queda muy reducida, por lo que los alumnos gozan de mayor libertad de expresión, de comunicación y de actuación.
- Se facilita la igualdad de oportunidades: ellas y ellos se sienten más desvinculados de las expectativas y roles sociales asignados a cada sexo, y eligen sus caminos profesionales con más independencia de los estereotipos sociales.
- El profesorado tiene mayor facilidad para crear una cultura escolar pro-académica, puesto que el alumnado percibe mejor la diferencia entre el entorno escolar y otros entornos que con frecuencia no valoran las tareas educativas.

 En cuanto a los resultados personales de esta modalidad educativa, la investigación y la práctica educativa reconocen que está al mismo nivel o por encima de los resultados de la escuela mixta, también teniendo en cuenta el perfil sociocultural de las familias presentes en la escuela mixta y en la diferenciada. Todo ello en aspectos académicos, pero también en cuestiones de liderazgo, de socialización con el otro sexo, de reducción de estereotipos de género, etc.

Otros países de nuestro entorno valoran la educación diferenciada como una modalidad escolar que está demostrando su eficacia. Para ejemplificarlo, en Estados Unidos el número de escuelas públicas diferenciadas ha aumentado exponencialmente en los últimos 10 años, fruto de los resultados percibidos por los maestros. En el Reino Unido y Canadá, las escuelas diferenciadas públicas y privadas ocupan sistemáticamente las primeras posiciones en los rankings, a pesar de ser notablemente inferiores en número. En Alemania y Australia, los gobiernos han impulsado programas en ese sentido.