La EPA reúne a las asociaciones de padres en Europa que juntas representan a más de 150 millones de padres. La EPA trabaja en asociación para representar y dar a los padres una voz poderosa en el desarrollo de políticas y decisiones educativas a nivel europeo. En el campo de la educación, la EPA tiene como objetivo promover la participación activa de los padres y el reconocimiento de su lugar central como el principal responsable de la educación de sus hijos.

Las políticas educativas de algunos países ignoran este papel primordial de las familias en la educación de los hijos y, en su afán dirigista, recortan las libertades de los padres para elegir libremente la educación que desean para sus hijos. Reproducimos a continuación las líneas de acción que EPA definió en 2018 y su concreción en derechos y deberes. 

Tener hijos es un signo de esperanza. Muestra que las personas tienen esperanza en el futuro y fe en los valores que transmiten a la próxima generación.

Por lo tanto, la responsabilidad de los padres por sus hijos es una piedra angular irremplazable de la sociedad. Los padres no pueden estar solos para asumir esta responsabilidad, ni en la Europa de hoy ni en la de mañana. Profesionales de la educación les ayudan en esta tarea, grupos e instituciones sociales los apoyan y los servicios públicos ofrecen asistencia material y experiencia.

Muchas personas contribuyen a la crianza de los niños en la sociedad, ya que los niños no crecen de forma aislada sino en medio del mundo real. Por lo tanto, crecer es mucho más que educación, pero es casi imposible sin los esfuerzos realizados por las escuelas. El apoyo mutuo y el respeto mutuo por la responsabilidad de los padres y las escuelas es la "condición sine qua non" para la educación en nuestra época.

Las esperanzas de muchas personas en Europa occidental y oriental se basan en una nueva cooperación en nuestro continente, que conduce a una mayor unidad y una identidad común. Los jóvenes de hoy serán ciudadanos de la Europa del mañana, cada uno con sus antecedentes espirituales y culturales distintivos, cada uno con sus talentos y expectativas distintivas. Para ellos y para nosotros exigimos una Europa democrática, que seguirá considerando su diversidad como fuente de inspiración.

La educación y la escolarización en Europa deberían centrarse en este objetivo.

Si queremos alcanzar este objetivo, los padres deben trabajar juntos: en las escuelas, con las escuelas, pero también a nivel europeo y en las asociaciones nacionales. La inspiración mutua y el crecimiento hacia la solidaridad europea son nuestros objetivos.

La EPA considera esto como su "ser o no ser".

Pero aún se necesita más. Los padres tienen la responsabilidad de ser los primeros educadores de sus hijos y, como tales, tienen algunos derechos y deberes que son irremplazables:

Los padres tienen el derecho de criar a sus hijos en una sociedad sin discriminación por el color de su piel, sexo, origen étnico, social, discapacidad, nacionalidad, creencias, orientación de género o posición económica.

Los padres tienen el deber de criar a sus hijos hacia un sentido de responsabilidad mutuo y por un mundo humano.

Los padres tienen derecho al reconocimiento de su primacía como educadores de sus hijos.

Los padres tienen el deber de criar a los hijos de manera responsable y no descuidarlos.

Los padres tienen derecho al pleno acceso al sistema de educación formal para sus hijos en función de sus necesidades, talentos y méritos. Toda persona tiene derecho a la educación y a tener acceso a la formación profesional.

Los padres tienen el deber de comprometerse con la escuela en la educación de sus hijos.

Los padres tienen derecho a acceder a toda la información que concierne a sus hijos en las instituciones educativas.

Los padres tienen el deber de dar a las escuelas de sus hijos toda la información relevante para el logro de los objetivos educativos en los que trabajan juntos.

Los padres tienen derecho a elegir la educación más cercana a sus convicciones y a los valores que consideran al criar a sus hijos y la libertad de fundar establecimientos educativos con el debido respeto a los principios democráticos.

Los padres tienen el deber de tomar decisiones bien informadas y en conciencia sobre la educación que sus hijos deberían recibir.

Los padres tienen derecho a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos de conformidad con sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas. El sistema educativo formal deberá respetar el trasfondo espiritual y cultural de los niños.

Los padres tienen el deber de criar a sus hijos para respetar y aceptar a otras personas y sus convicciones.

Los padres tienen derecho a asistencia material pública para eliminar los impedimentos financieros para el acceso a la educación de sus hijos. Esto incluye el derecho a recibir educación obligatoria gratuita.

Los padres tienen el deber de dedicar tiempo y compromiso personal a sus hijos y a su escuela para apoyar sus esfuerzos en el logro de objetivos educativos.

Los padres tienen derecho a ejercer influencia en la política que implementa la escuela de sus hijos.

Los padres tienen el deber de comprometerse personalmente con la escuela de sus hijos como parte vital de la comunidad local.

Los padres y sus asociaciones tienen derecho a ser consultados activamente sobre la política de las autoridades públicas en educación a todos los niveles.

Los padres tienen el deber de mantener organizaciones representativas democráticas en todos los niveles para representarse a sí mismos y a sus intereses.

Los padres tienen derecho a una provisión educativa de alta calidad de las autoridades públicas responsables.

Los padres tienen el deber de ayudarse mutuamente para mejorar sus habilidades como educadores principales y socios en la relación entre la casa y la escuela.