¿Son las chicas un daño colateral en la lucha por una escuela mixta?

Artículo de Loren BridgeDirectora Executiva de AGSA, publicado el 8 de agosto de 2022.

El argumento popular de que los niños deben educarse en un entorno mixto porque replica nuestra sociedad, el mundo real, es simplista en el mejor de los casos, perjudicial en el peor.

Seamos honestos. La realidad es que no vivimos en una sociedad con igualdad de género. Las estadísticas siguen siendo horribles y la tasa de cambio es glacial. Los hombres aún ganan más que las mujeres, y las mujeres están muy poco representadas en los cargos de dirección, en los consejos y en el gobierno. Las mujeres a menudo sufren discriminación en el puesto de trabajo y en su carrera profesional. Y lo mismo ocurre en las escuelas mixtas. Las chicas de las escuelas mixtas experimentan mayores niveles de prejuicios y estereotipos de género, acoso sexual y bullying que las chicas de escuelas diferenciadas.

Las chicas no lo hacen mejor en un entorno mixto, quizás los chicos, pero la investigación muestra claramente que las chicas no lo hacen. Las chicas pueden tener una influencia positiva en el aprendizaje de los chicos ayudando a moderar el comportamiento de los chicos. Sin embargo, para las chicas, el coste de la escuela mixta puede ser elevado y durante toda la vida. ¿Estamos realmente preparados para sacrificar a nuestras hijas por el bien de nuestros hijos?

Los resultados de NAPLAN y PISA y los resultados de la encuesta sobre la juventud de Mission Australia apuntan a las desventajas de las escuelas mixtas para chicas, y revelan que el bienestar académico, social y emocional es menor para las chicas en las escuelas mixtas que en las escuelas diferenciadas.

Aparte de la investigación, basta con visitar una escuela de chicas para ver la diferencia. Las chicas de las escuelas mixtas están más cohibidas y tienen menos confianza, son menos propensas a hablar en clase, hacer preguntas o asumir un papel de liderazgo. También tienen más probabilidades de tener una imagen corporal negativa y sufrir acoso sexual o bullying. En cambio, las chicas en entornos diferenciados se sienten empoderadas por ser ellas mismas. Participan más libremente en las discusiones y son más competitivas y dispuestas a asumir riesgos saludables con su aprendizaje, habilidades que son ventajosas para el éxito de la vida.

Las escuelas de chicas están a la vanguardia de la igualdad de género, desafiando deliberadamente las normas de género y construyendo deliberadamente la confianza, la convicción y la autoestima de las chicas, asegurándose de que las chicas tengan las habilidades y los conocimientos para hablar y romper estas barreras.

Sin embargo, quizás la evidencia contundente que favorece la escolarización diferenciada es que muchas escuelas mixtas están intentando replicar los beneficios de las escuelas de un solo sexo implementando clases diferenciadas o introduciendo modelos de escolarización paralelos que separan los sexos para algunas de sus clases. Al mismo tiempo que afirman que la escolaridad mixta es preferible porque replica el mundo real -y lo hace- las escuelas mixtas reproducen un mundo donde las mujeres todavía no son iguales, donde los estereotipos de género se refuerzan, las voces de las chicas a menudo son obviadas y no hay igualdad.

No se deje engañar pensando que las escuelas mixtas con clases para un solo sexo ofrecen una solución. Aunque pueden ser mejores que nada, no pueden empezar a replicar el entorno de una escuela de chicas diferenciada.

El factor que distingue a las escuelas diferenciadas es que todos los aspectos de la enseñanza y el aprendizaje se adaptan a las chicas, cada programa para el bienestar, el desarrollo saludable, el liderazgo y el aprendizaje se adapta a las necesidades de las chicas y esto desarrolla de forma intencionada su confianza, dándoles poder para seguir cualquier dirección donde les guíen sus talentos. Y para las chicas, la ausencia de chicos y la carencia de estereotipos de género en una escuela de chicas les permite ser felices como quieran ser, ya sea analista de datos o investigadora médica, política o artista.

Además, dado que las investigaciones demuestran que las chicas tienen más probabilidades de sentir la necesidad de ser perfectas y de luchar con confianza cuando cometen errores incluso pequeños, es especialmente importante cultivar su resiliencia y su flotabilidad académica, como Rachel Simmons, autora de Enough As She Is, explica: “Lo que queremos es que las chicas tengan la capacidad de pasar por un percance sin flagelarse”. Desarrollar la resiliencia, la confianza y la valentía es lo que mejor hacen las escuelas de chicas.

Por ello, las chicas de escuelas diferenciadas se enfrentan a la tendencia en cuanto a la participación de las chicas en áreas que tradicionalmente han estado dominadas por los hombres, como STEM y la economía, abriendo la puerta a que las chicas puedan cursar estudios terciarios y carreras en el sector altamente cualificado y áreas mejor remuneradas de ingeniería, informática, negocios y emprendeduría.

No encontraremos justicia de género replicando las injusticias y las desigualdades de la sociedad en nuestras escuelas, y hasta que no consigamos la igualdad nuestras chicas simplemente se convierten en un daño colateral.