Separados, mejor. Un camino para mejorar la educación [EC]

"La educación separada parece ser la clave para mejorar los sistemas educativos nacionales.  O por lo menos esa sería la tendencia internacional actualmente". Por Sandra Hidrovo, Ecuador.

 

 

La educación separada parece ser la clave para mejorar los sistemas educativos nacionales.  O por lo menos esa sería la tendencia internacional actualmente.  Para países como EEUU, Canadá, Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido, Australia, Sudáfrica, entre otros, la fórmula del éxito en la educación requiere dividir las chicas de los chicos.

Y eso no significa problema alguno para Kristielle Pedraza, de 13 años de edad,  como indica un reporte de la Associated Press [1]. Porque según la joven usualmente son los chicos los que distraen a toda la clase.  “Son por lo general los payasos de la clase.  Sin chicos en la escuela, ahora podremos realmente centrarnos en el trabajo sin mayor distracción”.  Pedraza comenzará este septiembre en su nueva escuela: la Irma Rangel Young Women´s Leadership School, la primera escuela pública de Dallas de chicas solamente.

Según el mismo informe de la AP, la Irma Rangel es una de las por lo menos 10 escuelas públicas que comenzarán este año en 5 estados de los Estados Unidos: Texas, Ohio, Pennsylvania, New York y Carolina del Sur.  La idea detrás del cambio radical en el sistema educativo norteamericano es impulsar urgentemente el desarrollo de competencias y habilidades en los alumnos. Cuestión que según el Dr. Leonard Sax, médico y psicólogo de Maryland y fundador de un grupo que impulsa la educación diferenciada, resulta más fácil y asequible en las clases separadas, porque permiten a los profesores y administradores de los colegios centrarse en las diferentes formas de aprender que tienen las chicas y los chicos.

Y ésta sería una de las principales razones por las cuales en Inglaterra, según el informe anual que publica el Financial Times en los meses de agosto[2], las 25 escuelas que obtienen los mejores resultados, son de enseñanza diferenciada.  La primera escuela mixta aparece recién en el puesto 26.  Los informes del Financial Times corroboran los resultados del estudio de la National  Foundation for Educational Research de Inglaterra  (julio 2002).  Este estudio que investigó 3.000 high schools, con 370.000 alumnos y alumnas en total, señala que el rendimiento académico de las chicas y los chicos de las escuelas secundarias públicas de un solo sexo, es significativamente mejor.

Los resultados de la investigación inglesa coinciden con los obtenidos en un estudio  similar realizado, un año antes, por el Australian Council for Educational Research. Después de seguir la evolución de 270.000 estudiantes durante seis años, los resultados indicaron que los alumnos y alumnas educados en aulas de un solo sexo, habían conseguido resultados académicos entre un 15 y un 22% mejores que los que asistían a escuelas mixtas.  Pero no sólo eso.  El informe señalaba además que en las escuelas de educación diferenciada era más exigente el nivel del plan de estudios, más agradable el ambiente de trabajo y mejor el comportamiento de los alumnos.

Las ventajas de la educación diferenciada no han pasado inadvertidas para Sudáfrica, por ejemplo.  En este país africano, donde la formación de la mujer estuvo postergada durante los años de apartheid, la educación diferenciada  es una de las más preciadas armas en la lucha por mejorar el nivel educativo de sus habitantes.  Existen numerosos centros públicos y privados que la utilizan con excelentes resultados.  Tanto así que una Universidad privada está aplicando el modelo diferenciado y ha notado ya mejoras académicas.  

 

La guerra de los sexos: más allá de las calificaciones

Pero no se trata sólo de una cuestión académica.  Detractores de la educación separada han sostenido como uno de sus principales argumentos que la coeducación permitiría una igualdad de oportunidades entre los sexos, respeto e integración entre ambos, favorecimiento de la emulación de los valores naturalmente femeninos por los chicos y de los masculinos por las chicas, con la consiguiente superación de estereotipos sexistas.   Sin embargo, eso no parece ser lo que está sucediendo. 

Según señala Nicole Mosconi, profesora de pedagogía en la Universidad de París-Nanterre, en un dossier publicado por Le Monde de l’Education (enero 2003) sobre la coeducación, el fracaso escolar de muchos chicos dificulta la relación entre los sexos, pues las diferencias en el proceso de maduración –más lento en los varones- lleva a no pocos chicos a adoptar actitudes sexistas y de violencia machista, al no poder compararse académicamente con sus compañeras, lo que termina reforzando los estereotipos  de sexo.  En la misma Francia, el sociólogo Michel Fize del Centre National de la Recherche Scientifique en su libro Les pièges de la mixité scolaire (Las trampas de la educación mixta, octubre 2003) sostiene que la coeducación no ha conseguido la pretendida igualdad de sexos ni de oportunidades. Y al analizar los problemas actuales que se dan en la escuela: desigual rendimiento de chicas y chicos, sexismo, acoso y agresiones sexuales dentro de los centros, incremento de embarazos de adolescentes, indisciplina y otros, concluye que el sistema educativo mixto no deja espacio para las diferencias que los ritmos de madurez y asimilación intelectual de chicos y chicas requieren.

Y eso es precisamente lo que una comisión especial en Suecia había ya presentado como conclusión de su investigación sobre la estrategia adecuada para mejorar la educación de los niños. En el informe Chris Heister, Presidenta de dicha Comisión, indicaba que la coeducación conserva y lleva a extremos negativos las diferencias entre los sexos, precisamente por no tenerlas en cuenta.  Además de señalar que los profesores no estaban aún preparados para comprender esas diferencias y saber cómo enfrentarse a ellas.  De ahí que se mostraba partidaria de reformar la ley de Educación sueca, recomendando la organización de clases separadas.

En Alemania sucede algo similar.  La pedagoga feminista Lore Hoffman, de la Universidad de Kiel, ha reconocido que con la educación diferenciada se consigue que las chicas se interesen mucho más por "las típicas asignaturas de chicos, como son computación, química o matemáticas, al estar las clases orientadas según sus necesidades".  Para Heidi Simonis, diputada socialista y conocida feminista alemana, "es necesario deshacerse definitivamente del prejuicio de que las chicas necesitan clases conjuntas con los chicos para no estar en desventaja profesional.  Eso es totalmente falso, como lo es también el que chicos y chicas aprenden a conocerse mejor asistiendo a clases mixtas".

 

Iguales, pero diferentes

Y si se toca el tema de la autoestima, la coeducación parece no ser lo recomendable.  Estudios realizados en Estados Unidos y Europa demuestran que las mujeres educadas en colegios sólo femeninos tenían de adultos un autoconcepto más elevado, lo que les permitía desarrollar capacidades de liderazgo y a su vez beneficiaba las relaciones entre ambos sexos[3].  Pero no son sólo las chicas las que se ven favorecidas con la educación diferenciada.  La llamada vulnerabilidad masculina, y una de las causas  del fracaso en el aprendizaje que muchos alumnos sufren en las escuelas coeducativos norteamericanas, podría ser superada más fácilmente en el ambiente de las aulas de educación separada[4].  Porque éstas ayudarían, por una parte, a la comunicación de las necesidades emocionales de los chicos, y por otra, permitirían a los chicos la posibilidad de mantener relaciones de amistad auténticas, combinando su agresividad física con su vulnerabilidad emocional.

Uno de los problemas de la coeducación es que en la escuela y en el colegio, la presencia de personas de distinto sexo suele suponer un factor de dispersión importante que influye negativamente en la personalidad de los chicos y las chicas porque entre otras cosas, como comenta Sax en el caso estadounidense, les obliga a estar pendientes de caer bien a sus compañeros del otro sexo.   "Las escuelas separadas son, en lo que realmente importa,  más como el mundo real.  Porque a menos que uno sea un modelo o una actriz, la forma como uno luce, no es la cosa más importante de la vida".

Si bien es cierto que la coeducación consiguió un auge importante a nivel mundial en los últimos 30 años del siglo pasado, el descenso actual en los resultados académicos así como los distintos problemas de maduración psicológica y afectiva entre los estudiantes, junto con las situaciones de indisciplina y violencia sexista que se producen, han llevado a importantes revisiones de los sistemas educativos que la asumieron como modelo único de enseñanza pública.  Pareciera que una vez visto que los resultados esperados no han llegado, la sustitución de la fórmula mixta de educación no puede retrasarse más.  Lo que está en juego es muy importante: la educación de generaciones enteras. 

 

1. Dallas, Texas, The Associated Press.  http://www.cnn.com/2004/EDUCATION/08/25/single.sex.schools.ap/index.html

2. Cfr. Financial Times, 25 agosto 2003.

3. CAIRNS, The relationship between adolescent perceived self-competence and attendance at single-sex secondary school, en British Journal of Educational Psychology, 1990.  LEE y BRYK, Effects of single-sex secondary schools on student achievement and attitudes, en Journal of Educational Psychology, 1986. MAEL, F.A.  Single-sex and coeducational schooling: Relationships to socioemotional and academic development, en Review of Educational Research, 1998.

4. KRAEMER, The fragile male, British Medical Journal, 2000