El fundamento antropológico de la educación diferenciada

Josu Ahedo Ruíz tiene como objetivo explicar cuál es el fundamento antropológico de la educación diferenciada. La coeducación procura garantizar la igualdad con la socialización mediante la convivencia conjunta de ambos sexos. La educación diferenciada pretende lograr el más alto rendimiento académico, el desarrollo humano con el crecimiento de las virtudes y la optimización de la persona. El fundamento antropológico de la educación diferenciada estriba en el desigual modo de crecer a nivel esencial basado en la diferente activación de las potencias espirituales de la que ambos sexos son capaces por medio de la sindéresis.

La diferencia en los objetivos de las dos vías educativas que conviven en nuestro país es la base para establecer como tesis de este artículo que no existe contraposición entre la educación mixta y la diferenciada y quien se empeñe en ello, en el fondo, está amparándose en argumentos ideológicos. En este sentido, la educación mixta se centra en la socialización de ambos sexos fundamentada en la igualdad como el medio óptimo de lograr la mejora personal. El desarrollo de este objetivo se ha transformado en un intento que persigue el benefi cio del chico y de la chica basado en la convivencia educativa que es lo que se ha denominado como coedu-cación (Subirats, 1994). Por tanto, este esfuerzo por coeducar, justifi cado porque el mejor modo de benefi ciar a ambos sexos es la convivencia de los mismos, se ha convertido en el argumento que ha consolidado a la educación mixta como el mo-delo más apropiado. Sin embargo, la educación diferenciada trata de respetar las diferencias de cada educando para que mejore como persona todo lo que pueda. En el fondo, se va a defender que bajo esta distinta fi nalidad educativa se observa una diferencia antropológica que radica en cómo sea considerado el educando. La coeducación se fundamenta en la igualdad del sujeto a educar, con independencia del sexo. Sin embargo, sería un error sostener que cada educando es un sujeto generalizado, olvidando que es una persona irrepetible. En este sentido, soslayar que la capacidad de crecimiento personal de cada educando es diferente implica no comprender la distinción entre la esencia humana y el acto de ser personal. Por tanto, la uniformidad educativa no contribuye a esta diferenciación en el crecimiento de cada persona.

Ahedo Ruiz, Josu. (2015). The Anthropological Foundation of the Single-sex Education. Estudios sobre Educación. 28. 155-170. 10.15581/004.28.155-170.