Educación diferenciada: una opción para la convivencia [2004]

Un informe elaborado gracias a las contribuciones llegadas al Foro de Educación Diferenciada    



La violencia, dentro y fuera de las aulas, es actualmente uno de los problemas que más preocupan a la sociedad. Desde muy diversos ámbitos se están proponiendo medidas para prevenir conflictos y erradicar las causas de comportamientos incívicos (1). Sin duda, uno de los ámbitos que está centrando la atención es el escolar, lugar donde los chicos y chicas pueden recibir los conocimientos y hábitos sociales que contribuyen a la convivencia.

En este informe resumimos las ventajas de la educación diferenciada por sexos al educar en la convivencia. Se trata de un modelo educativo que ha demostrado, en diferentes sociedades y en condiciones muy diversas, su eficacia en favorecer un mayor respeto entre chicas y chicos, obteniendo unos mejores resultados de socialización que la enseñanza mixta. De hecho, muchos países han abierto un debate sobre las virtualidades de la diferenciación en la “mixticidad”. La clave del éxito de la educación diferenciada, afirman los expertos, radica en el equilibrio entre el reconocimiento de la diferencia y la garantía de la igualdad de oportunidades de los dos sexos.

Este informe se ha elaborado con las contribuciones llegadas al Foro de Educación Diferenciada (2).

 

 

1. Educar en la convivencia, una necesidad urgente

 


Desde hace tiempo, la comunidad educativa afronta dificultades graves para garantizar la convivencia y erradicar los comportamientos violentos en las aulas (3). No es un problema local: se trata de una tendencia general en distintos países, y últimamente parece que se ha acelerado. Además, la violencia se da tanto entre compañeras y compañeros como entre alumnos y profesores, en un abanico que va desde la agresión física y verbal hasta el acoso psicológico. En algunos casos estamos ante violencia de género.

Son muchos los estudios que hacen patente el impacto de este comportamiento incívico. Insultar, ignorar, no dejar participar, hablar mal del otro, esconder o romper materiales de los demás…, son las acciones menos ofensivas, que quedan detrás, en gravedad, a pegar, amenazar con o sin armas, forzar a realizar algo, acoso moral y sexual, robar (4). Los casos más extremos han salido a la luz pública y han levantado una gran polvareda: entre ellos, el suicidio de Jokin, un chico víctima de acoso moral en una escuela del País Vasco, o los asesinatos múltiples en colegios norteamericanos, como en Columbine. Otros figuran en estadísticas de las administraciones, como el incremento de embarazos no deseados en adolescentes, que muy a menudo acaban en aborto, con todo el impacto psicológico que supone.

Indudablemente, la algarabía de las aulas perjudica también más allá de sus límites. La situación pasa factura a los profesores, que se ven desbordados, impotentes (5). La sociedad, por su parte, también la sufre, en las propias familias y, a menudo, con los comportamientos delictivos que las mismas personas ejercen fuera del colegio.

El castigo de los agresores y el control de la posesión de objetos peligrosos es el primer paso, como ha ocurrido en los centros norteamericanos y en diversos países de Europa (6). Incluso hay lugares donde se han instalado detectores de metales. Son medidas, pero no son suficientes si no van acompañadas de una educación en la convivencia, coinciden en afirmar distintas voces.



El papel de la escuela para educar en la convivencia


Hay cierto consenso en afirmar que estamos ante un problema, el de la violencia (y concretamente la violencia de género), muy complejo que se debe afrontar desde diversos puntos de vista, disciplinas y ámbitos (7). La sociedad, y con ella también los padres, alumnos, profesores, expertos y administraciones, han debatido sobre qué medidas pueden ayudar a enderezar la situación y, concretamente, cuál debe ser el papel del colegio. Se trata de una pieza más de la solución, junto a muchas otras, como pueden ser la labor educadora que hacen las familias, los medios de comunicación, las campañas públicas, la legislación, la promoción de hábitos saludables en relación a las drogas, la restricción en la posesión de armas, etc.

Los colegios pueden y deben contribuir en la socialización de los alumnos. No obstante, no se puede sobredimensionar su papel: durante un año, los niños sólo están en el colegio un 15% de su tiempo. Por tanto, pese a que hay muchos otros ámbitos de socialización que ocupan el resto del tiempo, el colegio mantiene una posición importante por el hecho de su “artificialidad”, que le permite crear unas condiciones –diferentes de las habituales– donde se pueda educar mejor en la convivencia. En este sentido, el colegio es un “taller” de socialización; los alumnos se encuentran en un lugar que no representa a la sociedad, sino que prepara para ella con unas técnicas propias que llamamos pedagogía, psicología…

Pero no hemos de olvidar que, para algunos alumnos, es actualmente tanto o más determinante para su socialización algunas actividades que desarrollan durante su tiempo de ocio, como por ejemplo los video-juegos (8). Y no hace falta decir, aquellos que han presenciado repetidas actitudes antisociales –sexistas o no– en el ámbito familiar.

Sea en el ámbito que sea, en un primer momento, las medidas que se proponen son de cariz preventivo, centradas básicamente en resolver los conflictos y no tanto en modificar las causas que los han provocado. En un segundo momento, se efectúa el análisis de los conflictos en un marco más global para mejorar la convivencia (9).

¿Cuáles son las causas de esta violencia? Según algunos informes, uno de los principales factores en el deterioramiento de la convivencia es “el creciente desinterés de los alumnos en materia de estudio” (10). En la personalidad del violento son frecuentes los siguientes factores: bajo rendimiento académico, muchas horas de televisión, consumo de alcohol y drogas, situación familiar desestructurada y afición por los juegos de ordenador violentos (11).

¿Cómo poner remedio? No se parte de cero: se han editado numerosos manuales para profesores, materiales didácticos y estudios sobre la prevención de conductas violentas en la escuela, con más o menos eficacia (12). Los listados de recomendaciones acostumbran a incluir el papel insustituible de los padres y las actuaciones que desde la administración educativa se llevan a cabo. En este contexto, la educación diferenciada representa una aportación positiva.

 


2. Los límites de la “mixticidad” para la educación en la convivencia

 


La enseñanza mixta se considera, en ocasiones, como la fórmula idónea para garantizar la igualdad y convivencia entre sexos, ya que supone la vivencia compartida de tareas escolares, socializándose y formándose conjuntamente. Teóricamente, la “mixticidad” presentaría una ventaja decisiva, respecto a cualquier otra solución: refleja la convivencia tal y como se encuentra en la sociedad, de mujeres y hombres, y por tanto socializaría mejor. En la práctica, como hemos visto anteriormente, no se puede sobredimensionar la influencia de la escuela en esta labor tan necesaria: es el ámbito de las chicas y los chicos sólo durante una sexta parte de su tiempo.

Por otra parte, se ha afirmado también que la escuela mixta contribuye a eliminar estereotipos y discriminaciones por razón de género al escoger futuro profesional. Pero estas afirmaciones no han sido contrastadas.

Es más, sucede lo contrario: en los últimos años han salido a la luz diversos informes que alertan de las deficiencias del sistema mixto en la socialización, a la vez que sugieren explorar, sin prejuicios, las ventajas de la educación diferenciada para alcanzar este mismo objetivo.


¿Educar en el género ignorando el género?


Es una opinión muy extendida entre los investigadores, que la educación mixta, por si misma, no garantiza la igualdad de sexos (13). El simple hecho de estar juntos chicas y chicos no quiere decir más igualdad y respeto mutuo. En ocasiones, educar en mixto sin más ha producido más conflictividad: es muy conocido el caso de Francia donde, a raíz de de la violencia y los comportamientos sexistas en las aulas, se ha replanteado la efectividad del sistema. La atrevida afirmación del sociólogo francés Michel Fize, experto en educación y uno de los protagonistas del debate, ha hecho tambalear buena parte de los cimientos sobre los que se apoyaba la “mixticidad”: “por culpa de la escuela mixta hay muchos alumnos que hoy sufren, y no favorece la igualdad entre los sexos: a veces favorece la desigualdad” (14).

Numerosos estudios avalan esta afirmación, y demuestran que la educación mixta contribuye menos a evitar la violencia de género, las escandalosas diferencias de orientación profesional y los “estereotipos de género”. En referencia a todo esto, destacamos las investigaciones de Marie Duru-Bellat (15), de Fabio Lorenzi-Cioldi (16), de Nicole Mosconi (17), de Lawrie (18), de Michel Fize (19)... También podemos citar el informe de Chris Heister, Presidenta de la Comisión Sueca encargada de estudiar mejoras en el sistema educativo, que indica que la “mixticidad” conserva y lleva a extremos negativos las diferencias entre sexos, precisamente por no tenerlas en cuenta, y se recomienda la organización de clases con sólo chicas o sólo chicos.

El motivo de fondo es que para garantizar la igualdad hace falta una profunda acción educativa que precisamente resulta más difícil en la escuela mixta, debido a la variedad de situaciones de madurez y desarrollo personal que se dan entre los chicos y las chicas; así como por el aumento de tensiones que se suele dar en una aula no homogénea. Es preciso, pues, no confundir igualdad con uniformidad en el trato educativo.

Por lo que respecta a la socialización, algunos investigadores han visto que, en un centro mixto, los chicos pueden entender mejor a las chicas, pero les pierden el respeto (20). En la inmadurez del adolescente, los chicos, para resultar atractivos a las chicas, potencian cualidades que se necesitan también para tener éxito en otros aspectos de la vida. En cambio, las chicas perciben la importancia del atractivo físico y dedican gran atención a su aspecto personal, a veces en detrimento de otros ámbitos más importantes para su madurez; no sentirse atractivas puede provocarles situaciones de depresión. Esta desigualdad en la relación ha llevado a algunos autores a hablar del “sexual harassment” como tipos de violencia al que las chicas están sometidas desde su infancia (21).

En definitiva, la convivencia intersexual en la escuela mixta no garantiza el ideal del mutuo respecto entre sexos. Este es un ideal que se puede alcanzar más fácilmente por otros caminos, que pueden garantizar mejor el progreso social, como ha afirmado el experto francés Dominique Schnapper, “no hagamos de la educación mixta un absoluto. Históricamente, la cohabitación escolar de chicas y chicos no es en absoluto un principio republicano. El principal argumento de sus defensores consiste en decir que la escuela ha de mezclar a chicos y chicas, porque la sociedad está compuesta de mujeres y hombres. Pero, en al concepción de la República, el espacio público no representa a la sociedad civil, desigual por esencia. Al contrario, se construye de modo opuesto a ella. La escuela debe ser, pues, un lugar protegido y ha de trascender a la sociedad por su aspecto impersonal y formal. Y en esto, la “mixticidad” menoscaba la idea republicana. Durante los años de 1960, tenía por objetivo ideológico el luchar contra las desigualdades entre sexos, igual que la escuela única instaurada por la misma época luchaba contra las desigualdades sociales. Hoy, cualquiera se da cuenta que no es suficiente mezclar chicos y chicas para resolver problemas relacionados con los dos sexos” (22).

 

 


3. Aportaciones de la educación diferenciada a la convivencia.

 


Si la “mixticidad”, por si misma, no resuelve las dificultades de convivencia entre género, ¿puede ser más eficaz un modelo que diferencia en las aulas a chicos y chicas? Sin duda, una y otra opción tienen ventajas, y hay gran diversidad de opiniones (23). Dicho esto, contrariamente a lo que pudiera parecer en un primer vistazo, son numerosas y crecientes las investigaciones –tanto teóricas como experimentales– que apoyan la educación diferenciada como una alternativa solvente. La diferenciación de géneros –sea en algunas clases, sea en todas- está siendo ya uno de los recursos más exitosos para reducir la violencia y favorecer un ambiente propicio para transmitir conocimientos y hábitos sociales positivos (24).


Respetar la diferencia para garantizar la convivencia


Como ya hemos visto, diversos estudios han probado que la educación combate con más eficacia que la mixta la perpetuación de los “roles de género” (25), yendo así a una de las raíces de los problemas. De hecho, uno de los puntos de partida de este método educativo es que no se pueden ignorar las diferencias si se quiere alcanzar la plena igualdad de géneros. Los chicos y las chicas aprenden determinadas materias de formas diferentes, tienen distintos intereses y responden a los estímulos de diferente manera. Si profesores y padres entienden estas diferencias entre géneros, es más sencillo acertar las soluciones a los problemas y garantizar esta igualdad (26).

La experimentación recogida en otros trabajos concluye que las chicas y los chicos educados de modo diferenciado tienen un autoconcepto mejor (27). La impresión que tienen muchos profesionales es que a menudo la visión del otro sexo tiende a ser más positiva entre los alumnos de escuelas diferenciadas que entre los de las mixtas.

Estos beneficios para las chicas, por un lado, y para los chicos, por otro, no sólo no perjudican si no que sientan las bases de un mejor entendimiento mutuo.

La escuela single-sex no malbarata la convivencia entre sexos. Al contrario, entre sus objetivos figura el de preparar a los alumnos. Al mismo tiempo, es consciente de que el ámbito natural de la convivencia es la sociedad: el colegio no deja de ser un ámbito temporal y artificial, con el objetivo de transmitir conocimientos y hábitos sociales; no es un reflejo de la sociedad, sino que busca mejorarla mediante la formación de nuevos ciudadanos. Desde este punto de vista, la enseñanza diferenciada considera que convivir (capacidad de relacionarse y de aceptar, respetar y comprender a cada uno como es) requiere una capacidad que se aprende de diferente manera por parte de los chicos o de las chicas (28). En contraposición a la “mixticidad”, asegura que no toda convivencia es positiva, educativamente hablando, si no se ponen los medios pedagógicos necesarios. No por el hecho de estar juntos la relación ha de ser buena.

En la educación diferenciada se evita la “criminalización del género masculino” (29). Como saben los educadores, los alumnos responden a las expectativas que los profesores tienen de ellos; así, la educación diferenciada evita mejor que se puedan dar actitudes (conscientes o inconsciente) que refuercen estos estereotipos de violencia que se aplican a los chicos.

También evita el nuevo concepto que algún psiquiatra de reconocido prestigio ha puesto sobre la mesa (que hasta ahora sólo se aplicaba a las chicas): la “vulnerabilidad masculina” (30), creadora de la inseguridad que con tanta frecuencia se da entre los maltratadores.

Numerosos expertos se han dado cuenta de las ventajas de la educación diferenciada; y especialmente por lo que respecta a los chicos y a su alto fracaso académico comparado con el de las chicas; la diferenciación reduce la falta de motivación, la frustración, la ansiedad, la agresividad, la violencia, las drogas, etc…(31). Todo esto facilita, en determinadas etapas tan importante para la socialización, una cuidadosa atención a los chicos, que son educados en un ambiente de paz y exigencia, de estudio, de serenidad y responsabilidad en el trabajo, de respeto hacia las personas de su mismo o del otro sexo.


El éxito académico como elemento socializador


Un segundo elemento a favor de la diferenciada es el de los resultados académicos, como confirman ya numerosos estudios que muestran el mejor rendimiento, en términos generales, en comparación al modelo mixto (32). El éxito académico, como han reconocido expertos de diversas sensibilidades, es un elemento socializador de primer orden (33). No atañe de forma directa a la convivencia, pero indirectamente tiene una importancia decisiva: contribuye mejor a evitar el fracaso escolar, uno de los grandes impedimentos para la socialización, y uno de los problemas más graves del sistema escolar actual (34).
Avances en diversos países
En la escena internacional, la recepción de estos planteamientos por parte de las administraciones educativas empieza a ser un hecho.

Por ejemplo en Francia: “la hipótesis de clases separadas opcionales en el colegio no me choca. No toda distinción es discriminatoria” declarava Dominique Schnapper (35); Xavier Darcos (36) pedía para la escuela pública francesa: “si algunos establecimientos, por ejemplo, encuentran que la educación de la afectividad y de la sexualidad se da mejor en grupos diferenciados según su sexo, ¿por qué no hacerlo?”

En Austria tenemos el “Gymnasium Rahlgasse”, instituto de secundaria famoso desde su creación por su trabajo en el campo de la emancipación de mujer, que tiene como eje la igualdad de oportunidades; su directora, Heidi Schrodt, reconoce que la investigación ha descubierto cómo la educación mixta a menudo refuerza los estereotipos de género, que son una desventaja para ambos sexos. Después de muchos años de promocionar la coeducación, en la actualidad tienen distintas iniciativas, seminarios y cursos en los que dan educación diferenciada a sus alumnos. En palabras de la directora, Heidi Schrodt: “En general, la educación mixta ha demostrado ser una gran desventaja para los dos sexos” (37).

En Alemania está entrando con fuerza una nueva tendencia: las escuelas con educación diferenciada para algunas asignaturas como las matemáticas, la física, la informática, la química y la biología. En los 60, los colegios mixtos en Alemania fueron celebrados como un gran paso hacia la igualdad de sexos; cuarenta años después han visto que las estadísticas muestran lo contrario: que los clisés sobre comportamientos de cada sexo estaban exacerbados en las escuelas mixtas, que las chicas seguían con una fuerte desventaja y sufrían agresiones, que los chicos seguían dominando el ambiente… Después de descubrir que la escuela diferenciada, al adaptar los programas a las diferencias entre sexos, suponía ventajas para chicas y chicos en el terreno de la socialización y en el académico, un grupo de escuelas optó por la ecuación diferenciada. Ahora, ya son 180 las escuelas diferenciadas en Berlín; en Baviera, una de cada cuatro lo es… (38). La pedagoga feminista Lore Hoffman, de la Universidad de Kiel, ha reconocido que con la educación diferenciada se consigue que las chicas se interesen más por “las típicas asignaturas de chicos, como son la informática, la química o las matemáticas, al estar en clases orientadas según sus necesidades”. Para Heidi Simonis, diputada socialista y conocida feminista alemana, “es necesario deshacerse definitivamente del prejuicio de que las chicas necesitan clases conjuntas con los chicos para no estar en desventaja profesional. Esto es completamente falso, como lo es también que chicos y chicas aprenden a conocerse mejor asistiendo a clases mixtas”.

En Italia, pese a la rigidez del sistema escolar, la educación diferenciada también se plantea como una tendencia a tener en cuenta en el futuro. Últimamente han aparecido opiniones favorables a la educación diferenciada en publicaciones como “La Repubblica”, “Mente e cervello” o “Avvenire” (39).

En Suiza, el debate sobre la coeducación se abrió en 1993 a raíz de la conferencia de Directores Cantonales de Educación. En las conclusiones finales se proponía que, para eliminar los estereotipos y atender las necesidades de las chicas, hacía falta impartir una enseñanza individualizada y diferenciada; algunos notaron que una de las ventajas de la educación diferenciada es precisamente ésta.

En Québec, preocupados por un fracaso escolar del 30% en secundaria, se está debatiendo la necesidad de volver a un sistema de educación diferenciada; de momentos se han autorizado clases separadas por sexo para facilitar algunos aprendizajes como el de la historia, las matemáticas o la educación física. Como afirmaba el Conseil Superieur de l’Éducation, “La separación de sexos durante la infancia constituye una etapa esencial del desarrollo de la identidad sexual” (40).

En Australia es hoy más grande la demanda de escuelas diferenciadas que no de escuelas mixtas, y esto después de décadas de experiencia coeducativa. También hablan los investigadores: "The reasons for such differences are complex", afirma el Dr Ken Rowe (Principal Research Fellow, Australian Council for Educational Research), "but understandings are emerging from the research evidence suggesting that co-educational settings are limited in their capacity to accommodate the large differences in cognitive, social and developmental growth rates of girls and boys between the ages of 12 and 16”.  

Los países anglosajones son los más avanzados en lo que se refiere a investigación sobre educación diferenciada: ventajas y desventajas de socialización, académicas, de disciplina, de igualdad de género… Esta investigación, además, queda avalada por el importante número de escuelas que han optado por la educación “single-sex”, como ellos la denominan; hasta el punto de que se está promocionando en la escuela pública, para que todo el mundo pueda acceder a las ventajas de este modelo educativo.

Concretamente, en Estados Unidos (41), experiencias como la de la Young Women’s Leadership School de New York dan pie a reflexionar. Es una escuela para chicas de Harlem y del Bronx, el 70% viven bajo el umbral de la pobreza. Los que la crearon en 1996 se dieron cuenta de que vivían en un medio dominado por los chicos: “Dentro de los colegios, los problemas de intimidación, de violencia o de acoso sexual son constantes. Los chicos son los que dictan las normas en las aulas. Las chicas sufren intimidaciones y dejan hacer. Aquí, en nuestra escuela, esta presión no existe” dice la directora. En el 2002, por ejemplo, conseguían el ingreso en la universidad el 96%, y un 94% obtenían el diploma en cuatro años, frente al 50% de media de New Cork. Este colegio ha sido alabado por Hillary Clinton, destacando el papel y los beneficios de la escuela diferenciada en los barrios difíciles, asegurando que permiten “eliminar el clima de violencia” (42).






NOTAS

 
1. LEY ORGÁNICA 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: “TÍTULO PRELIMINAR, Artículo 1. Objeto de la Ley. 1. La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia. 2. Por esta Ley se establecen medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y erradicar esta violencia y prestar asistencia a sus víctimas. 3. La violencia de género a que se refiere la presente Ley comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad. (…)”

2. El Foro de Educación Diferenciada está promovido pore madres y padres de familia y educadores i educadoras interesados en el estudio de las vebntajas de la educación diferenciada para niñas y niños (single-sex schooling), sobretodo en las etapas de  educación primaria y secundaria. Desde su creación, en mayo de 2004, han colaborado personas de casi veinte paises que, con sus preguntas, artículos y trabajos han contribuido a actualizar periódicamente la web del Foro.

3. Los casos de violencia, bulling, etc. han sido recogidos por algunas publicaciones como “Guerra en las aulas”, de la psicóloga Nora Rodríguez.

4. MARTÍN, E.: Convivencia y conflicto en los centros escolares: La situación española. Universitat Autònoma de Madrid.

5. Idem: “...el 80% de los profesores reconocen que los trastornos psicológicos son el principal problema de salud de su trabajo. La causa principal la ponen en que se ven impotentes, desbordados, ante unos alumnos que cuestionan permanentemente su autoridad y mantienen una actitud desafiante. Las consecuencias son alteraciones gastrointestinales, náuseas, dolores de cabeza. Todo esto origina el denominado profesor quemado "el síndrome bourn out”.

6. En el caso de Estados Unidos el 78% de instituciones públicas tiene algun plan formal para prevenir o reduir la violencia escolar, segun recoge el National Center for Education Statistics.

7. Así, por ejemplo, Katherine Hanson, del Gender and diversities Institute, a Gendered Violence. Examining Education’s Role, Newton, Massachusetts 2002, p. 29: “It is important to understand that such violence is complex and must be viewed from an interdisciplinary perspective, one that bridges societal implications and their impact on individuals”.

8. Un reciente estudio de la ONG Amnistia Internacional denunciaba la mala labor de algunos videojuegos que presentan una fuerte carga de violencia y un trato degradante de la mujer.

9. MARTÍN, E.: Convivencia y conflicto en los centros escolares: La situación española. Universidad Autónoma de Madrid.

10. GARCÍA CORREA, Antonio; CALVO HERNANDO, Pastora & MARRERO RODRÍGUEZ, Gonzalo (Universidad de Málaga):  “Investigaciones realizadas en España sobre violencia escolar” a la Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 5(1), (2002).

11. Idem: “El ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona en 1996 ha realizado un estudio sobre la violencia en los Institutos de Enseñanza Secundaria Según este estudio el estereotipo del alumno violento es el siguiente: joven de clase trabajadora, malos estudiantes, ven mucha televisión, ingieren comida rápida, beben bastante alcohol y consumen drogas al menos los fines de semana, se relacionan en pandillas, les gustan grupos musicales muy definidos, pertenecen a familias problemáticas y desestructuradas, son aficionados a los juegos violentos de ordenador.”

12. “Después de más de veinte años de investigaciones sobre la igualdad de género señalando que existe prejuicio de género en clase, incluso los programas más innovadores para los maestros no hacen nada o hacen muy poco para preparar a maestros a promover la igualdad de género en clase”. Igualdad de género para los educadores, padres y Comunidad, WEEA Publishing Center, Newton, Massachusetts, 1995.

13. “En la actual ordenación educativa no se hacen distinciones entre lo que se considera un saber apropiado para los niños y para las niñas, o entre las actividades que debe realizar cada grupo sexual. Se ha alcanzado así la igualdad formal. Sin embargo, la mayoría de estudios sobre la situación de las mujeres en los diversos países europeos muestra que esta igualdad formal no va acompañada de una igualdad real, es decir, que en la práctica de las relaciones sociales siguen manteniéndose muchas formas de discriminación (...)  la escuela mixta actual ha diluido la identidad de las niñas bajo una cultura esencialmente masculina”. (Marina SUBIRATS: Revista Iberoamericana de Educación, Núm. 6,  “Género y Educación”)

14. Entrevista publicada a La Vanguardia el 15 de setembre de 2004. El experto tambien afirma: “La igualdad social entre sexos, por descontado!, pero... es la escuela mixta la via que lleva a esta igualdad? Yo discuto este argumento, planteo que –al contrario-favorecer la igualdad exige en muchos momentos evitar la escuela mixta y poner aulas separadas”.

15. Marie Duru-Bellat, Profesora à l'Université de Dijon (Sociologie-Sciences de l'Education): “De nombreux travaux illustrent cette émergence et ce renforcement des stéréotypes de sexe dans les groupes mixtes”. “La mixité, un aspect du "curriculum caché" des élèves”, article publicat a la revista Enfance et Psy, (1998, n°3, 73-78).

16. Fabio Lorenzi-Cioldi: Professeur titulaire à l'Université de Genève: “C'est dans la comparaison à l'autre groupe que les filles élaborent une image de soi qui adhère fortement à un stéréotype féminin" a Individus dominants et groupes dominés; images masculines et féminines, Presses Universitaires Grenoble.

17. N.Mosconi, professeur, Université Paris X-Nanterre, spécialité Sciences de l’éducation, Centre de recherches Education et Formation; “Il faut sauver les garçons”, a Le monde de l'Education, gener de 2003.

18. Lawrie L., Brown R.: “Sex Stereotypes, School and Subject Preferences and Career Aspirations as a Function of Single/Mixed-Sex Schooling and Presence/Absence of an Opposite Sibling”, British Journal of Educational Psychology, 62, pp.132-138.

19. Michel Fize, sociòleg i investigador del CNRS francès, als anys 90 va col·laborar amb Edouard Balladour; va ser conseller al Ministeri francès de Juventut i Esports  el 1997 i el 1998; especialista en temes de família i joventut, ha publicat diversos llibres al respecte. Les pièges de la mixité scolaire, Presses de la Renaissance, 2003.

20. M.A.PAYNE, E.H.NEWTON: “Teachers' and students' perceptions of the major advantages and disadvantages of coeducational secondary schooling”. Australian Journal of Education, 34, 1990, 67-86;  R.HAWLEY: A case for boys' schools. A D.K.HOLLINGER, R.ADAMSON (Eds): Single-sex schooling: Proponents speak, 11-44. Washington, DC: U.S. Departament of Education

21. H.BERMAN, K.MCKENNA, C.ARNOLD, et al: “Sexual harassment: everyday violence in the lives of girls and women”. Advances in Nursing Science, 22:4, 2000, pp.32-46.

22. Dominique Schnapper és membre del Conseil Constitutionnel et Directrice de Recherche à l'École des Hautes Études en Sciences Sociales (L'Express du 28/08/2003)

23. En este sentido, resulta paradigmática la afirmación del director de la University School de Cleveland, Richard Hawley. Dice que la cuestión no es ¿por qué educación diferenciada? sinó ¿Por qué mixta?: “no hay absolutamente ninguna investigación que apoye la mixticidad por razones académicas o sociales ”. Citado por Colleen Newquist a Education World, 1997.

24. En referencia concreta a las escuelas sólo para chicos, David Sadker afirma que “ofrecen una oportunidad única para descubrir estrategias que reduzcan la violencia, eliminen la misogínia y enseñen comportamientos responsables”. An educator’s Primer to the Gender War, 2002.

25. S.M.BAILEY: “The current status of gender equity research in American schools”. Educational Psycologist, 1993, pp.321-339;   ;  R.HAWLEY: “A case for boys’schools”. A D.K.Hollinger I R.Adamson (Eds), Single-sex schooling: proponents speak, US Department of Education, 1993.

26. M. Gurian asegura que para conseguir los mismos objetivos necesitamos enseñar diferente. Y, taxativamente, niega que esta diferenciación por sexos sea un retorno a prácticas sexistas (Washington Post, 8/1/05, p. B01).

27. V.E.LEE i A.S.BRYK: “Effects of single-sex secondary schools on students achievement and attitudes”. Journal of Educational Psychology, núm.78, 1986, pp.381-395.

28. “Pocos padres necesitan incontrovertibles investigaciones o informes de expertos sobre género que les digan lo que ellos saben por años de evidencias: chicos y chicas son inherentemente diferentes, aprenden de diferente manera (...) tienen diferentes intereses, y responden a los estímulos de diferentes maneras. Y aprenden realmente a entenderse los unos con los otros?”.  STARR, L.: Girls and boys together?, Education World, 2002.

29. C. HOFF SOMMERS: The War Against Boys : How Feminism Is Harming Our Young Men; Michael THOMPSON et al.: Protecting the Emotional Life of Boys; John NIKKAH: Our Boys Speak ; William S. POLLACK: Real Boys'Voice.

30. S.KRAEMER: “The fragile male” . British Medical Journal, 2000, 1609-1612.

31. R.W.CONLON: “Teaching the boys: New research on masculinity and gender strategies for schools”. Teachers College Record, 98, 2 , hivern 1996, pp.206-35.; D.KINDLON, M.THOMPSON: Raising Cain: Protecting the Emotional Life of Boys. New York, Ballantine, 1999. Edició en castellà el 2000: Educando a Caín, Ed Atlantida, Buenos Aires;  J.KLEINFELD: “Student Performance: Males versus females”. Public Interest 3:20. 1999, p.134.;  W.POLLACK: Real Boys: Rescuing Our Sons from the Myths of Boyhood. New York. Random House, 1998;  Christina HOFF SOMMERS: The war against boys; how feminism is harming our young men. New York, Simon and Schuster, 2000;  L.YATES: “Gender Equity and the boys debate: What sort of challenge is it?”. British Journal of Sociology of Education, 18:3, 1997, pp.337-47.

32. Entre otros, V.E.LEE, H.MARKS, T.BYRD: “Sexism in single-sex and coeducational secondary school classrooms”. Sociology of Education. 1994, pp.67, 92-10, K.SCANTLEBURY, J.B.KAHLE: “The implementation of equitable teaching strategies by high school biology student teachers”. Journal of Research in Science Teaching. 1993. Pp.30, 537-545; C.L.MASON, J.B.KAHLE: “Student attitudes toward science and science-related careers: a program dessigned to promote a stimulating gender-free learning environement”, Journal of Research in Science Teaching. 1989, pp.26, 25-39.

33. “El fracaso escolar es un camino hacia la marginación” Alvaro Marchesi, La Vanguardia, 20.12.2004

34. Espanya es el tercer pais de la Europa de los 25 en “abandono educativo temprano”, con un 29% de población entre 18 i 24 años que no ha completado la 2ª etapa de secundaria y no ha seguido ningun tipo de estudio o formación. Por detrás de Espanya están Malta y Portugal. No podemos esconder la difícil socialización de este 29% (cfr. Ministerio de Educación y Ciencia. Las cifras de la educación en España. Estadística e indicadores. 2004.)

35. Dominique Schnapper (L'Express du 28/08/2003). Declaraciones en la misma línea hizo Michel Fize, sociólogo y investigador al CNRS, que participó en investigaciones sobre la juventud en Francia encargadas por Edouard Balladur en 1994; también fue consejero al Ministère Français de la Jeunesse et des Sports de 1997 à 1998; publicó sus descubrimientos en: «Les pièges de la mixité scolaire», Presses de la Renaissance, Paris, 2003.

36. Monsieur Xavier Darcos, ministre délégué à l'enseignement scolaire lors de la Conférence de l'Egalité au ministère des affaires sociales, du travail et de la solidarité à l'occasion des manifestations pour la célébration du 8 mars 2003 (jeudi 6 mars 2003).

37. “En general, la educación mixta ha demostrado ser una gran desventaja para ambos sexos. Algunos de los inconvenientes más comunes para las chicas son:
(a) En las clases y escuelas mixtas, las chicas cuentan con menos espacio a su disposición – no sólo literal sino también simbólicamente;
(b) Las chicas sólo reciben una pequeña parte de la atención de los maestros (sean éstos hombres o mujeres) en comparación con los chicos;
(c) se abusa de las chicas a manera de "trabajadoras sociales" según la creencia de: "sienta juntos a un chico destructivo junto a una chica con buen comportamiento" para crear una buena situación en la clase de trabajo;
(d) el éxito de las chicas en la escuela (que en todas partes en mejor que el de los chicos) es discriminatorio – atribuido a su diligencia – en contraposición de la inteligencia de los chicos;
(e) a las chicas rebeldes se les trata con más dureza que a los chicos rebeldes;
(f) los chicos tienen más tiempo para hablar en clase;
(g) el comportamiento cooperativo en las chicas se etiqueta de "conforme" mientras que los maestros admiran y consideran positivas la actitud de competitividad entre chicos;
(h) los compañeros de clase destrozan las contribuciones de las chicas a las lecciones;
(i) están sometidas a acoso sexual – verbal y físico – por parte de sus compañeros de clase;
Es decir se les degrada, humilla y ridiculiza. Incluso hoy en día, las chicas muestran menos motivación por las ciencias o las matemáticas y todavía optan por asignaturas tradicionalmente femeninas, como lenguas y humanidades.” (SCHRODT, Heidi: “¿Enseñanza unisexo o educación mixta?”, a Ágora IX; modelos alternativos de formación, Cedefop Panorama series; 51, Luxemburg: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2002)

38. Incluso la prestigiosa revista Spiegel, en mayo de 2004 dedicaba 10 páginas a explicar esta tendencia, sugiriendo la educación diferenciada a las escuelas, al menos por temporadas o por materias.

39. “Attenzione: l'idea non è affatto di impartire un'educazione diversa nei contenuti a seconda del sesso, alle ragaze ago e padella e ai ragazzi martello e chiave inglese” "Non si trata dei separare per dividere, ma di rispondere meglio all’evoluzione cognitiva dei bambini" (La Repubblica, 28-3-2004). També a Mente e cervello (settembre-octobre 2004) i Avvenire (14-7-2004)

40. “La séparation des sexes durant la période de l’enfance constitue une étape essentielle du développement de l’identité sexuée.” (Conseil Superieur de l’Éducation: Pour une meilleure réussite scolaire des garçons et des filles. Avis au ministre de l’Éducation. Octobre 1999, Québec, Pàg.81.)

41. The Washington Post, 8-1-2005: "In the current school year, 154 public U.S. schools are offering same-sex education, compared with just four public schools eight years ago, according to the National Association for Single Sex Public Education, a nonprofit group created by Montgomery County physician Leonard Sax. He said the number represents 35 public schools that are completely single sex and 119 that are coeducational but also offer single-sex educational opportunities."

42. cfr. Libération, 18 septembre 2003; par Fabrice Rousselot, correspondant a new Cork.