El órgano consultivo oficial para la educación en Reino Unido recomienda la educación diferenciada [UK] [2007]

El órgano consultivo oficial para la educación en el Reino Unido recomienda la separación por sexos en los colegios para evitar las fuertes diferencias educativas entre chicos y chicas [Nuevo Digital Internacional, 09.01.07]

 

Javier Monjas

Tras el levantamiento de la prohibición de separación por sexos en las escuelas públicas de Estados Unidos el pasado mes de octubre, el Reino Unido ha venido inmediatamente detrás dando la misma alarma oficial: el que chicos y chicas sean enseñados conjuntamente en clases compartidas provoca consecuencias muy negativas en el desarrollo de ambos grupos. Son precisamente los sectores autodenominados más ‘progresistas’ los que ahora están fomentando una vuelta al pasado para acometer el futuro. En especial, una parte significativa del feminismo que se considera más vanguardista es el que más en vanguardia se sitúa precisamente a la hora de exigir un regreso al ‘victorianismo’ de segregación por sexos que tanto combatieron sus compañeras históricas. En medio de una polémica que ha durado un par de décadas, los sistemas educativos de los países anglosajones regresan a marchas forzadas a un pasado del que fueron los primeros en abominar en los años sesenta.
 
En el foro abierto sobre el tema en la edición electrónica del Telegraph, el más reciente comentario cuando se cerraba esta información correspondía a una lectora que se identificaba como Lucy y que confesaba: “Soy una mujer que trabaja como ingeniera, un sector en gran parte dominado por los hombres. Una vez realicé una encuesta informal entre mis compañeras, también ingenieras. La gran mayoría de nosotras había acudido a colegios con separación de sexos. No creo que sea coincidencia. Con la falta de distracción y de la competencia contra los chicos, no tuve problemas a la hora de desarrollar mi interés en las matemáticas y en las ciencias, y tuve todo el apoyo de mis profesores cuando elegí la carrera”.

 
Chicos, matemáticas y ciencias; chicas, expresión oral
 

El informe de Ofsted (Office for Standards in Education) se marca la fecha de 2020 para haber conseguido la transmutación de los problemas educativos actuales en un entorno social que cambia a marchas forzadas pero que, en cuanto a las diferencias vitales entre niños y niñas, seguirá manteniendo la misma estabilidad en sus desarrollos que la que se registra en la actualidad, es decir, fuertes diferencias de actitud, de aptitud y de intereses según se tienen en cuenta los sexos y las distintas edades entre ellos.
 
En este sentido, las clases mixtas amenazan los desarrollos educativos tanto de chicos como de chicas y por ello se sugiere la necesidad de clases separadas para ambos grupos. Según el informe de Ofsted, “el alfabetismo funcional y las nociones matemáticas son vitales: es casi imposible tener éxito sin ellas. Si las habilidades orales y alfabéticas no están aseguradas cuando abandonan la escuela primaria, será muy difícil que (los alumnos) consigan terminar la secundaria. Sin una intervención decisiva, probablemente los alumnos van a perder confianza en sus capacidades y su motivación por aprender declinará”.
“Puesto que los chicos tienden a poner menor valor en el lenguaje y en el aprendizaje literaio que las chicas, y a tener una opinión más baja sobre sus capacidades en esta área, los bajos niveles de alfabetización van a tener un mayor impacto en los resultados subsiguientes para chicos que para chicas”, afirman los expertos de Ofsted (informe - pdf) en la delimitación del fracaso de los chicos. Sin embargo, las chicas también se ven perjudicadas por compartir clases, materias y profesores.
 

Chicos competitivos, chicas abandonadas
 
Basándose en el Progress in International Reading Literacy Study (PIRLS) realizado en 2001 así como en los datos del Programme for International Student Assessmente (PSA) de 2000, el Ofsted constata que los chicos están demasiado presentes en el fracaso que representa el que lleguen a secundaria sin saber leer de forma correcta en relación con las chicas. “Las razones de la brecha (entre ambos sexos) son compejas. Las investigaciones dentro de la motivación entre muchachos y muchachas muestran que las diferencias aparecen a una edad muy temprana, con los chicos poniendo un mayor valor y creyéndose a sí mismos mejores en matemáticas y ciencia, y las chicas en lectura y arte”.
 
Además, “los alumnos están motivados en formas diferentes, por ejemplo, incrementando su nivel de competencia, consiguiendo nuevas habilidades o por el grado de rendimiento que consiguen. Las percepciones de los alumnos de las razones para su éxito o fracaso también difieren. Los alumnos masculinos, por ejemplo, son más propensos a atribuir sus éxitos a causas internas y estables (como su propia capacidad) y sus fracasos a razones externas e inestables (como la mala suerte)”.
 

Chicos a remolque del aprendizaje alfabético de las chicas
 
Todas estas diferencias provocan que las jóvenes se vean perjudicadas a la hora de afrontar materias técnicas como matemáticas o ciencias cuando comparten clase con sus compañeros, de forma que el ritmo de la clase va siguiendo el de los segundos en perjuicio de las primeras en un problema que se agrava por la competitividad de los chicos, por unos profesores que siguen el desarrollo más avanzados de estos y por unas autoinculpaciones femeninas sobre su propia capacidad para aprender esas materias de las que los chicos carecen.
 
Sin embargo, el caso opuesto también se produce. Puesto que las chicas irían muy por delante en el desarrollo literario y alfabético de sus capacidades, y pondrían mayor énfasis en su desarrollo respecto al planteado por sus compañeros masculinos, estos se ven perjudicados por unos ritmos de clases que les dejan en la cuneta del desarrollo alfabético, lo que justificaría los altos niveles de analfabetismo funcional que los alumnos presentan al acceder a secundaria respecto a los mostrados por sus compañeras.

 
Exámenes para quien está preparado

 
El crucial informe del Ofsted -que aconseja las políticas educativas para todo el Reino Unido y tiene funciones inspectoras en Inglaterra-, ofrece varias recomendaciones más a la hora de afrontar el sistema educativo del futuro. Por ejemplo, propugna una modificación del sistema nacional de exámenes para permitir que los alumnos más aventajados tomen los exámenes cuando están preparados y no cuando les corresponde.
 
Se trata de evitar que los alumnos más dotados se vean frenados en su alta capacidad de aprendizaje por la obligación de seguir los ritmos evaluativos de la norma. Sin embargo, las autoridades educativas ya advertían ayer mismo de que el sistema nacional de exámenes se va a mantener por mucho que se realicen tests más continuados a los alumnos que presenten mayores capacidades.
 
La mayor implicación de alumnos y familias en el proceso educativo junto con el reforzamiento en horas de clases para quienes vayan más retrasados en inglés y en matemáticas son otras de las recomendaciones realizadas por el denso estudio de Ofsted, un estudio que intenta conjurar el que los abismos de todo tipo que se van abriendo en el sistema educativo no termine por fragmentar aun más una sociedad que cambia a pasos agigantados en sus dimensiones étnicas y sociales.